martes, 6 de octubre de 2015

La robótica: "un mundo mágico" que nos muestra el futuro.

España es considerada como uno de los mayores consumidores del mundo de nuevas tecnologías, pero es uno de los que menos contribuyen a la creación tecnológica: de aplicaciones informáticas, robótica,.. Es decir, compramos inventos, pero apenas inventamos. 

Esto está empezando a cambiar en los centros educativos, conscientes de que la tecnología forma parte de la vida estos alumnos del siglo XXI. 



Ahora se empieza a apostar por los robots como formadores de la inteligencia. Se está demostrando que pueden realizar importantes aportaciones en las diferentes materias y competencias del currículo educativo tales como: desarrollo matemático, memoria, colaboración, inteligencia inter e intra personal (los alumnos son capaces de expresar emociones a través de un robot, y conocer las causas y consecuencias de sus comportamientos), la relación con los demás evitando el egocentrismo, respeto y cuidado por un animal,...

Pero la robótica no se queda aquí, sino que también se convierte en un facilitador para reforzar conocimientos, una herramienta para aprender: robots que comunican dictados, que proyectan esquemas, que permiten visualizar vídeos, que nos ayudan con normas ortográficas o con la comprensión matemática. 


Digamos que el robot puede ayudar al maestro a transmitir conocimientos. Para esto debemos diseñar actividades para integrar al robot dentro del aula y de las diferentes asignaturas, una útil herramienta para acceder a contenidos curriculares. Por ejemplo, se podrían plantear retos que tienen que resolver con el robot, programándolo a través de los contenidos de dichas asignaturas, e indagar y experimentar para conseguir una mejora de dichos aprendizajes. 

Como señalamos antes, la tecnología forma parte activa en la vida de nuestro alumnado. Es importante que la escuela vaya introduciendo estas nuevas técnicas y aprendan a interactuar con ellas. Debemos aprovechar el enorme potencial educativo que ofrecen y la gran fascinación de los niños hacia los robots, creando una inmersión en el proceso de aprendizaje de una manera muy sencilla y rápida, ya que existe una gran expectación, curiosidad, interés, motivación,..ante estos "amigos de la magia". Fomenta el deseo en los niños de aprender activamente. 

Y cuando hablamos de robótica, no sólo se habla de programar y de usar un robot, y de la ayuda que suponen para los seres humanos, sino que también se abre un debate ético: ¿el robot es bueno o malo?, ¿quitan puestos de trabajo?, ¿en que ayudan y en qué no?, ¿valen para un proyecto de vida feliz o no? Empleando también el cine de ciencia ficción o de robots, también se plantea otra nueva pregunta...¿Cómo podría ser el mundo?



El punto de partida en un centro educativo es educación infantil, con los alumnos de 3 años. Aquí se aprende qué son los robots, para qué sirven, quién los construye,...También se realizan maquetas de robot, Después, se trabaja con robots educativos, con los que se puede enseñar y también aprender. 

Beebot es un robot abeja que entra en el aula ya en educación infantil. Se programa para formar palabras, para estudiar los planetas y hacer que éste vaya desde la Tierra a Marte, para trabajar en equipo, para fomentar la comunicación, para trabajar la empatía,...Y en todo este proceso se pueden hacer cuentos sobre robots, juegos, canciones robóticas,..Con lo que se pueden tocar todas las áreas, competencias y materias. Además, la motivación es tal, que son capaces de crear unos prototipos de robot increíbles. 



Usan a los robots como herramienta de aprendizaje. Pese a no estar en la asignatura de robótica, pueden recurrir a un robot para buscar la solución a un problema. Se fomenta también la creatividad y la imaginación del alumnado, por la manera en que solucionan los retos que se proponen unos a otros, produciéndose así un aprendizaje bidireccional. 

Los niños ven a los robots como a una mascota: lo cuidan, ven lo que ocurre con determinados comportamientos, predicen consecuencias,...Esto fomenta las competencias de los alumnos y el trabajo en equipo, y siempre en un marco tan positivo como el del entusiasmo y de la alta motivación.


En estos momentos, los profesores de infantil, primaria y secundaria empiezan a apostar por el mundo de la robótica. proponiendo nuevos retos a las instituciones para que apoyen a los centros dispuestos a crear "magia" con esa robótica, en inversión y dotación de medios y formación. 

Este camino aún va muy lento, pero en él hay cada vez más docentes implicados. España lidera un programa europeo de inclusión de la robótica dentro del aula, un camino, sin duda, muy largo de recorrer, de infinitas posibilidades, en este nuevo mundo mágico.